
La luxación discal en la articulación temporomandibular (ATM) ocurre cuando el disco articular se desplaza fuera de su lugar, generando chasquidos, dolor o incluso bloqueo mandibular. Esta condición afecta la calidad de vida al interferir en funciones básicas como hablar o comer. Su diagnóstico temprano y tratamiento adecuado permiten evitar complicaciones mayores.
En la clinica ICOR te explicamos cómo se relacionan, qué consecuencias puede traer y cuándo es momento de consultar a un especialista para tratar la luxación discal.
¿Qué es la luxación discal ATM?
La luxación discal es una disfunción de la ATM en la que el disco articular se mueve fuera de su posición anatómica, afectando el movimiento normal del cóndilo mandibular. Esto puede causar desde un leve «click» articular hasta dolor intenso o bloqueos mandibulares. Afecta tanto la funcionalidad como el bienestar general del paciente.
¿A qué se asocia la luxación discal?
Se relaciona con múltiples factores: mala oclusión dental, desgaste articular, hiperlaxitud ligamentosa, artrosis, traumatismos mandibulares, bruxismo, y factores genéticos que comprometen la estabilidad del disco articular.
Tipos de luxación discal
La luxación discal puede presentarse con o sin reducción, siendo ambas condiciones importantes de identificar que son los siguientes:
Luxación discal con reducción

Es el tipo más frecuente y suele presentarse en etapas iniciales. El disco articular se desplaza fuera de su lugar durante la apertura de la boca, pero retorna a su posición normal al cerrarla.
Se manifiesta con un sonido tipo “click” o chasquido, que indica el momento en que el disco vuelve a su lugar. Generalmente, no impide los movimientos mandibulares ni causa dolor intenso, pero sí representa una alteración funcional que puede progresar.
Detectarla a tiempo evita que se transforme en un cuadro más complejo y limitante.
Luxación discal sin reducción

Este tipo ocurre cuando el disco se mantiene fuera de su posición natural, sin regresar durante el cierre mandibular. Esto bloquea el movimiento normal del cóndilo, generando dolor agudo, rigidez y limitación para abrir la boca completamente.
En casos avanzados puede haber desgaste óseo, crepitaciones articulares y alteraciones posturales. Esta condición requiere intervención especializada, en algunos casos, tratamientos quirúrgicos.
La detección precoz mejora el pronóstico y reduce el riesgo de daños permanentes en la articulación temporomandibular.
¿Cómo la luxación discal afecta tu salud bucal?
El desplazamiento del disco puede alterar la masticación, causar desgaste dental y dolor crónico, afectando funciones vitales como hablar o dormir correctamente.
Tensión muscular y dolor crónico
El disco desplazado provoca tensión en los músculos masticatorios y del cuello, generando dolor mandibular, cefaleas tensionales y rigidez articular al despertar. Esto afecta directamente la calidad de vida del paciente.
Desgaste y fractura dental
La luxación altera la mordida y puede provocar contactos inadecuados entre dientes, causando desgaste, fracturas, movilidad dentaria, y sensibilidad al frío o calor. También afecta tratamientos protésicos mal ajustados.
Alteraciones posturales y del sueño
El cuerpo compensa la disfunción mandibular con cambios posturales. Esto genera tensión en cuello y espalda, mareos, zumbidos en los oídos, e interrumpe el sueño por dolor o bruxismo nocturno.
Si sientes chasquidos, dolor al masticar o notas desviaciones en tu mandíbula, es importante que te evalúe un especialista. Detectar estas señales a tiempo puede evitar procedimientos más invasivos y recuperar tu bienestar antes de que los síntomas avancen. En ICOR podemos ayudarte, si gustas puedes agendar tu consulta presencial o por videollamada.
Síntomas de la luxación discal
Identificar los síntomas de una luxación discal permite actuar antes de que evolucione a una afección más compleja.
Signos musculares y articulares:
- Dolor mandibular al despertar: Síntoma clásico del bruxismo nocturno. La tensión acumulada en los músculos produce molestias intensas al comenzar el día.
- Rigidez facial: Especialmente al despertar. Los músculos masticatorios se sienten tensos, con una sensación de entumecimiento.
- Limitación para abrir la boca (trismus): La tensión muscular y la inflamación articular impiden la apertura completa.
- Dolor unilateral (lado derecho o izquierdo): Un solo lado suele verse más afectado, dependiendo del patrón masticatorio.
- Sonidos articulares (clicks o crepitación): Provienen del desplazamiento del disco. A menudo acompañan los movimientos mandibulares.
- Dolor irradiado a oído, sien o cuello: La disfunción puede confundirse con otitis, migrañas o dolores cervicales.
- Fatiga mandibular al hablar o masticar: El esfuerzo muscular es mayor debido a la disfunción articular.
- Desviación mandibular al abrir o cerrar: El recorrido de la mandíbula se altera por el desplazamiento del disco.
- Inflamación visible o dolorosa en la ATM: El área puede sentirse caliente o presentar un leve aumento de volumen.
- Dificultad para bostezar o comer alimentos duros: Los movimientos amplios resultan dolorosos o limitados.
Síntomas dentales
- Desgaste dental irregular: El contacto anómalo entre piezas desgasta el esmalte de forma acelerada.
- Sensibilidad al frío o calor: Provocada por la exposición de la dentina tras el desgaste dental.
- Dolor al morder: Se presenta al ejercer presión sobre zonas inflamadas o desalineadas.
- Fracturas dentales: Principalmente en molares o premolares por cargas excesivas.
- Cambios en la mordida: Se puede percibir un encaje distinto al cerrar la boca.
- Aparición de diastemas: Separaciones entre dientes que antes estaban juntos.
- Movilidad dental: Las piezas pueden aflojarse debido al estrés oclusal.
- Alteración de tratamientos ortodóncicos: El movimiento anormal puede interferir con los planes de ortodoncia.
- Migración dental: Los dientes se desplazan a posiciones inadecuadas.
- Inestabilidad oclusal: La mordida pierde su punto de contacto estable.
Otros síntomas visibles
- Dolores de cabeza frecuentes: Relacionados con la tensión mandibular o bruxismo crónico.
- Zumbidos o presión en los oídos: Síntomas auditivos asociados con disfunción articular.
- Mareos o vértigo leve: Resultado de la relación entre la ATM y el oído interno.
- Bruxismo nocturno: Apretar o rechinar los dientes mientras se duerme agrava la disfunción.
- Fatiga crónica: El dolor constante reduce la energía y vitalidad diarias.
- Dolor cervical o en espalda alta: El cuerpo compensa el desequilibrio mandibular afectando otras áreas.
- Ansiedad o irritabilidad: Consecuencia emocional del malestar constante.
- Alteraciones del sueño: El dolor o el bruxismo interrumpen el descanso reparador.
- Cambios en el estado de ánimo: Irritabilidad, tristeza o apatía pueden presentarse por la disfunción crónica.
- Dificultad para concentrarse: El dolor persistente desvía la atención de las tareas cotidianas.
¿Qué sucede si no trato la luxación discal?
La disfunción puede evolucionar a artrosis, daño óseo permanente, bloqueos mandibulares y dolor crónico. Además, la calidad de vida se ve deteriorada por las limitaciones funcionales y estéticas. Mientras más se postergue el tratamiento, más complejo será su abordaje.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Ante síntomas como click articular, dolor mandibular, bloqueos, dificultad para abrir la boca, cefaleas o desgaste dental, se debe acudir a un especialista en ATM. Un diagnóstico precoz puede evitar tratamientos invasivos en el futuro.
¿Cómo tratamos la luxación discal en clínica ICOR?
En ICOR ofrecemos un enfoque interdisciplinario: ortodoncia funcional, rehabilitación oral, férulas personalizadas, si es necesario, cirugía ATM. Utilizamos resonancia magnética, scanner 3D y tecnología avanzada para garantizar diagnósticos certeros y tratamientos efectivos adaptados a cada paciente.
Tratamientos conservadores
- Uso de férulas o placas estabilizadoras
- Ejercicios fisioterapéuticos para la ATM.
- Medicamentos antiinflamatorios y analgésicos.
- Control del bruxismo y manejo del estrés.
Procedimientos especializados
- Artrocentesis (lavado de la articulación).
- Artroscopia de la ATM.
- Cirugía correctiva en situaciones extremas.

La luxación discal puede parecer un problema menor, pero tiene un gran impacto en la salud oral y general. Su abordaje temprano mejora la movilidad mandibular, reduce el dolor y evita deterioros articulares permanentes.
En ICOR contamos con un equipo de especialistas altamente capacitado y tecnología de vanguardia para tratar esta afección de manera integral.
Preguntas frecuentes sobre la luxación discal
¿El ruido en la mandíbula siempre significa una luxación discal?
No necesariamente. Puede deberse a otras causas, pero es uno de los signos más frecuentes de este trastorno.
¿Las luxaciones discales se curan solas?
En algunos casos leves puede mejorar, pero lo habitual es que requiera diagnóstico y tratamiento profesional.
¿Las férulas son efectivas?
Sí. Son una de las herramientas más utilizadas para estabilizar la articulación y disminuir los síntomas.
¿El estrés puede provocar luxación discal?
Sí, porque incrementa el bruxismo y la tensión muscular, lo que favorece el desplazamiento del disco.
¿Cuándo debo acudir al dentista?
Si presentas chasquidos frecuentes, dolor mandibular o bloqueo al abrir la boca, lo recomendable es consultar cuanto antes.
Para más información de la luxación discal puedes agendar una evaluación, te invitamos a seguir explorando nuestros contenidos y a contactarnos directamente. ¡Estamos aquí para ayudarte!