Clase II (Mandíbula hacia atrás)

Clase II - Cirugía ortognática - ICOR
Clase II - Cirugía ortognática - ICOR

Introducción a Clase II esqueletal.

La Clase II es una de las anomalías dentofaciales más comunes tratadas mediante cirugía ortognática. Esta condición se caracteriza por una discrepancia entre la posición del maxilar superior y la mandíbula, donde el maxilar se encuentra adelantado, o la mandíbula retraída. Este desajuste puede afectar tanto la estética facial como la funcionalidad de la mordida, impactando la calidad de vida del paciente.

En esta página, exploraremos los diferentes tipos de clase II esqueletal, así como los enfoques quirúrgicos más comunes para su corrección.

Tipos de cirugía aplicadas a pacientes clase II

Cirugía solo mandíbula

Cuando la anomalía de Clase II no es muy severa y la relación entre el labio y el diente superior es adecuada, con buena exposición dental y una sonrisa armoniosa, es posible considerar una cirugía de avance mandibular, con o sin intervención en el mentón. La necesidad de tratar el mentón dependerá de su forma.

Los pacientes que requieren una corrección del mentón generalmente presentan hipomentonismo, es decir, una falta de definición en la que no se observa claramente el surco mentolabial.

Cirugía mandibular con mentón

Cuando la anomalía de Clase II no es muy severa y la relación entre el labio y el diente superior es adecuada, con buena exposición dental y una sonrisa armoniosa, es posible considerar una cirugía de avance mandibular, con o sin intervención en el mentón. La necesidad de tratar el mentón dependerá de su forma.

Los pacientes que requieren una corrección del mentón generalmente presentan hipomentonismo, es decir, una falta de definición en la que no se observa claramente el surco mentolabial.

Avance Bimaxilar

Este procedimiento quirúrgico implica el avance tanto del maxilar superior como de la mandíbula, lo que permite corregir la maloclusión y mejorar el perfil facial. Al mover ambos huesos hacia adelante, se logra una mejor alineación de los dientes y una mayor armonía en las proporciones faciales.

Este tipo de cirugía es ideal para pacientes con Clase II donde ambas estructuras óseas están involucradas, contribuyendo a un resultado estético y funcional óptimo.

Rotación antihoraria

Esta técnica quirúrgica se utiliza para corregir la posición de ambos maxilares mediante una rotación en sentido antihorario.

Es especialmente útil en casos donde la mandíbula necesita ser adelantada y el maxilar superior reposicionado para lograr una mejor relación maxilomandibular.

Este enfoque no solo mejora la oclusión, sino que también contribuye a una estética facial más equilibrada, corrigiendo la altura facial excesiva o la sobremordida vertical.

bimaxilar + prótesis faciales

Esta técnica quirúrgica se utiliza para corregir la posición de ambos maxilares mediante una rotación en sentido antihorario.

Es especialmente útil en casos donde la mandíbula necesita ser adelantada y el maxilar superior reposicionado para lograr una mejor relación maxilomandibular.

Este enfoque no solo mejora la oclusión, sino que también contribuye a una estética facial más equilibrada, corrigiendo la altura facial excesiva o la sobremordida vertical.

L "ele" invertida

La técnica de L invertida es un procedimiento especializado utilizado para corregir deformidades faciales complejas. Consiste en realizar cortes en forma de L en los huesos maxilares, lo que permite una movilización precisa de las estructuras óseas.

Esta técnica es particularmente efectiva en casos donde es necesario ajustar tanto la altura como la proyección del maxilar, mejorando tanto la función como la estética del paciente.

Simulación de cirugía en paciente clase II

Cirugía 3D paso a paso.

Problemas principales en pacientes Clase II

Alteraciones estéticas

clase ii problemas estéticos

Los pacientes con anomalía Clase II suelen presentar una mandíbula retraída, lo que se traduce en una pobre profundidad del cuello y un mentón poco prominente (hipomentonismo). Esta condición a menudo va acompañada de una escasa definición del borde mandibular y una falta de angulación marcada, lo que puede dar lugar a un rostro redondeado en el que la nariz, sin ser necesariamente grande, tiende a destacar.

En algunos casos, los pacientes con Clase II tienen un perfil facial alargado (dólico facial), donde el maxilar superior crece de manera vertical. Esto produce un tercio medio del rostro aplanado, con una exposición significativa de los dientes en reposo y una notable cantidad de encía al sonreír. Además, la retracción mandibular acentúa la falta de definición tanto en la mandíbula como en el mentón, contribuyendo a un perfil menos armonioso.

Disfunción Temporomandibular

Disfuncion temporomandibular

El dolor al masticar o los dolores de cabeza debido a una mala oclusión son problemas comunes, especialmente en pacientes con Clase II. Estos pacientes, para mejorar la alineación de sus dientes, tienden a adelantar la mandíbula, lo que les permite masticar y funcionar mejor.

Sin embargo, este esfuerzo adicional sobrecarga la musculatura y la articulación temporomandibular, lo que puede causar dolor muscular o articular, a menudo asociado con dolores de cabeza y cuello. Además, esta sobrecarga puede provocar alteraciones en la articulación, como ruidos o bloqueos que dificultan la apertura y cierre de la boca.

Alteraciones Estructurales de la ATM

En pacientes con Clase II, es común encontrar daño o remodelación articular en el cóndilo mandibular. Tanto en jóvenes como en adultos, no es raro detectar afecciones como artritis o artrosis en la articulación temporomandibular, lo que implica un deterioro del hueso que, de no ser tratado, podría avanzar hacia un estado terminal, requiriendo eventualmente una prótesis articular. Este tipo de daño es frecuente en pacientes con Clase II, por lo que es fundamental que reciban tratamiento quirúrgico adecuado para restaurar una función correcta y prevenir complicaciones graves.

Alteraciones dentales o periodontales:

Análisis de vía aérea

La mala distribución de fuerzas en pacientes con Clase II puede provocar un desgaste excesivo de los dientes y afectar el tejido circundante, lo que lleva a la pérdida de hueso y encía alrededor de los dientes. Por esta razón, es común observar recesiones gingivales en caninos, premolares e incluso molares en pacientes jóvenes, algo inusual en personas de esta edad que no presentan problemas de infección periodontal, como la enfermedad de las encías.

 

Alteraciones en la vía aérea

Los pacientes con Clase II presentan una mandíbula retraída, lo que comprime las estructuras internas, como la faringe, y reduce el flujo de aire. Esta retracción mandibular, sumada a la posición de la lengua y los músculos asociados, contribuye a la obstrucción de la vía aérea. Como resultado, el paciente experimenta dificultad para respirar y puede desarrollar apnea obstructiva del sueño.

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